sábado, 16 de julio de 2011

La Mar Tonta

Y ya que he mencionado los cisnes, la poesía y la música... ¿La música no? Bueno, es igual, será el efecto de la placidez que me proporcionan esos orejones negros que tienen dentro a Porcupine Tree. ¡Viva Spotify!

Si Herrera nos rimó el Palacio y el Jardín con esa paleta de proporciones: una raíz de tres por aquí, un compás corriente por allí; y todas las piedras, ladrillos, líneas quedaron impregnados de lo que ahora nos parece sueño; Lope, Calderón, Tirso trazaron esas arquitecturas no superadas con las letras contables de seis manos.

Sumergidos de nuevo en "La Noche Toledana", leemos unos versos antes:


A la barca de Bayona
Madrugo, y atento miro
Los diques en medio el agua,
Contra su curso excesivo.
Llego en fin á Aranjüez,
Paso el palenque, y admiro
En la huerta Totipela
Tantos árboles distintos:
Cermeños, melocotones,
Albérchigos y membrillos,
Avellanos y nogales,
Peros, duraznos y guindos.
Veo la puente del Tajo;
Tajo, que el nombre latino,
A pesar del fiero moro,
Conservó por tantos siglos.
Por cuya causa en su iglesia,
Toledo en aljibes frios
Le deja entrar, como á hidalgo,
De cuatro costados limpio.
Por la calle de Toledo
(Que asi se llama), partimos
Aquel estanque, ó mar Tonta.
ALFÉREZ.
¡¿Mar Tonta?
FINEO.
Es su nombre mismo.
Muchos, tenidos por sabios,
Vi en sus ondas sumergidos
Y convertidos en cisnes,
Los confiados por lindos,
Los que pasean, los que fian,
Los graves y los remisos,
Los que casan pobremente,
Los avarientos y ricos,
Los mordaces, los que enfadan,
Los cortos y los prolijos.
ALFÉREZ.
Cisnes son de la mar Tonta
Mil pretendientes anfibios.

Sólo un breve comentario del texto de Lope:

Los diques en medio el agua,
Contra su curso excesivo.

No son otra cosa que los azudes de Aranjuez: (Palacio. Embocador), donde emboca el río para mover molinos. Todos sabemos que se atraviesan en el cauce para mantener el nivel.

Paso el palenque, y admiro
En la huerta Totipela

Las huertas, ya en el XVI, estaban cercadas por palenques o vallas de madera. Cuando habla de "Totipela" se refiere a uno de los nombres de Picotajo que hoy aún conocemos como "Sotopela". Es curioso que en otro texto del XVI, en el de Zuccaro, se menciona a las huertas como 


 

 La forma que emplea, italianizada, nos indica que el nombre actual se mantiene, y que lo que emplea Lope puede ser una perturbación fonética de la época.

Por la calle de Toledo
(Que asi se llama), partimos
Aquel estanque, ó mar Tonta.

¡La calle de Toledo, ah, ya entonces!. La calle arbolada "partía" el estanque o Mar Tonta en dos, como puede verse en estos planos:

Éste atribuido a Herrera:



.Y más claramente en este fragmento del plano de la entrada anterior de L´Hermitte, en que se ven incluso esos cisnes que menciona Lope:


Os he señalado la calle de Toledo con doble flecha roja, y la Mar Tonta dividida por ella la he señalado con flechas azules.

Luego, en el XVII, en tiempos de Felipe III, la Mar Tonta se convirtió en huerta jardín de los Estanques, que perduraría hasta el XIX cuando Narváez construyó allí su casa. Hoy parte de esa mar es una urbanización, y tan sólo la depresión de terreno que se ve en el camino que va a la estación es testigo y vestigio de todo aquello.

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